Puede que la conozcamos comúnmente como Pirola, pero hablamos nada más y nada menos que de una subvariante de Ómicron, la cepa más contagiosa y persistente del coronavirus SARS-CoV-2 que, en su totalidad, lleva unos 4 años alterando nuestras vidas.
Pues bien, aunque esta subvariante designada como BA.2.86 se conoce desde julio de 2023, recientemente ha vuelto a llamar la atención de la comunidad de expertos debido a un nuevo repunte de casos. ¿Se avecina una nueva ola? Te contamos todo lo que por ahora se sabe.
¿DEBEMOS PREOCUPARNOS POR PIROLA?
Hacia el momento de su identificación Pirola fue clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una "variante bajo vigilancia" que, aunque resultó estar altamente mutada, no llegó a representar un nivel de riesgo muy superior al de otras versiones del virus conocidas con anterioridad.
Concretamente había recibido unas 30 modificaciones en su proteína de la espícula, en comparación con la subvariante de la que derivó: la BA.2, miembro del linaje de Ómicron.
En la actualidad, y debido al repunte de casos que tiene lugar aproximadamente desde abril de 2024, Pirola se ha reetiquetado como "variante de interés". Es innegable que se ha observado en casi todos los entornos un leve aumento en el número de contagios, y es una tendencia que sigue elevándose.
Según ha informado el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda Grave (SiVIRA) del Instituto de Salud Carlos III, la tasa de ingresos hospitalarios ha aumentado y la detección de esta subvariante es del 33%. El informe ha sido publicado recientemente con datos correspondientes a la semana del 3 y el 9 de junio.
Los expertos determinaron que Pirola (BA.2.86) podría atacar más duramente las células pulmonares, resultando más peligrosa que otras cepas especialmente a nivel respiratorio, tal y como descubrió un estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos), que fue publicado en la revista Cell tan solo unos meses atrás.
Sin embargo, se ha podido estudiar profundamente los efectos de Pirola y otras de las nuevas variantes mutadas de Ómicron en la inmunidad del cuerpo humano, y a pesar de su relativa gravedad, hasta ahora se considera que la estrategia de vacunación y tratamientos antivirales existentes deberían seguir siendo efectivos.
IDENTIFICAR A PIROLA: ¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
Síntomas tan característicos de la Covid-19 como la pérdida temporal del olfato y el gusto no son necesariamente comunes de la variante Ómicron y sus subvariantes. Aun así, sí que suelen aparecer la gran mayoría de síntomas conocidos, entre los cuales se incluyen:
- Fiebre
- Dolor corporal, sobre todo en las articulaciones
- Fatiga y sensación de ahogo
- Dolor de cabeza y de garganta
- Congestión y secreción nasal
Algunos de los síntomas pueden persistir en el tiempo a pesar de haber notado una mejora significativa de la enfermedad y no dar positivo en el virus. Se trata de una de las secuelas de la Covid-19, a la que los expertos han llamado "Covid persistente o crónica", y aunque a día de hoy todavía se tiene muy poca información sobre su prevalencia, se trata de una afectación provocada por la desestabilización de nuestro sistema inmunitario tras haber sufrido una enfermedad aguda por alguna de las cepas del virus SARS-COV-2.
CÓMO NOS PODEMOS PROTEGER
El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha recomendado seguir las medidas habituales, destinadas sobre todo a prevenir el contagio y así proteger a la población más vulnerable a sufrir complicaciones.
Estas precauciones pasan por cubrir nariz y boca al estornudar o toser, preferiblemente con un pañuelo desechable o con el codo; lavarnos las manos frecuentemente y usar gel hidroalcohólico; utilizar mascarilla o practicar la distancia social si aparecen síntomas.