El regreso de los astronautas de la NASA Sunita "Suni" Williams y Barry "Butch" Wilmore tiene en vilo al sector aeroespacial. Lo que comenzó como una misión de apenas ocho días a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) se convirtió en una estadía de más de nueve meses debido a problemas técnicos con la cápsula Starliner de Boeing.
Ahora, con la inminente llegada de la misión Crew-10 de SpaceX, finalmente podrán volver a casa. Pero su prolongada estadía en el espacio ha desencadenado tanto desafíos técnicos como una controversia política inesperada.
Una misión que se prolongó demasiado
Williams y Wilmore despegaron en junio de 2023 a bordo del Starliner, en lo que sería el primer vuelo tripulado de esta cápsula desarrollada por Boeing bajo un contrato de 4.2 mil millones de dólares con la NASA. Sin embargo, la nave presentó fallas mecánicas significativas durante el trayecto: algunos de sus propulsores fallaron en un momento clave, y se detectaron fugas de helio en el sistema de propulsión. Estas averías obligaron a la NASA a reconsiderar su regreso en la misma nave.
Inicialmente, los ingenieros trabajaron en soluciones para reparar el Starliner, pero conforme avanzaban los meses, la NASA determinó que usar la misma cápsula era demasiado arriesgado. Así, la agencia recurrió a SpaceX para traerlos de vuelta, un giro que puso en entredicho la viabilidad del programa comercial de Boeing en el transporte de astronautas.
El turno de SpaceX
La clave para el regreso de Williams y Wilmore está en el lanzamiento de la misión Crew-10, ocurrido la madrugada de este sábado 15 de marzo, hora peninsular. A bordo del Falcon 9 de SpaceX, los astronautas Anne McClain, Nichole Ayers, Takuya Onishi y Kirill Peskov viajan a la EEI para relevar a la tripulación del Crew-9.
Una vez completado el relevo, la misión Crew-9, que incluye a Williams y Wilmore, desacoplará su cápsula Dragon y regresará a la Tierra, con su aterrizaje tentativo el miércoles 19 de marzo.
Entre la ciencia y la política
Durante estos nueve meses, los astronautas no han estado simplemente esperando. Han continuado con las investigaciones científicas programadas y con las tareas de mantenimiento de la estación. Pero su caso ha trascendido el ámbito técnico y ha llegado a la arena política, con señalamientos por parte de la Casa Blanca a la istración anterior y a la NASA.
Pero más allá de este debate, la prolongada estadía de estos astronautas plantea preguntas serias sobre la confiabilidad del Starliner y el futuro de Boeing en la exploración espacial tripulada. La NASA había apostado por un modelo comercial en el que tanto Boeing como SpaceX ofrecieran soluciones para transportar astronautas. No obstante, mientras SpaceX ha realizado múltiples misiones exitosas con su Dragon, el programa de Boeing sigue acumulando problemas y retrasos.
El costo humano de la espera
Si bien los astronautas están entrenados para misiones prolongadas, su estadía extendida no ha sido fácil. Estar en el espacio durante tanto tiempo implica riesgos físicos, como la pérdida de densidad ósea y muscular, además de desafíos psicológicos. Frank Rubio, otro astronauta de la NASA, vivió una situación similar en 2022 cuando un fallo en su nave lo obligó a permanecer en la EEI por más de un año, perdiéndose eventos familiares importantes como la graduación de su hijo.
Williams y Wilmore han mantenido el espíritu optimista, pero no cabe duda de que están más que listos para volver a casa. Su regreso marcará el cierre de un episodio complicado para la NASA y una lección clave sobre la importancia de la redundancia y la fiabilidad en el transporte espacial.
Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y recibe las últimas noticias sobre Ciencia, Animales y Medio Ambiente, así como las mejores fotos al estilo National Geographic.
-----
Este contenido se publicó originalmente en nuestra newsletter semanal. ¿Te ha gustado? Apúntate a las newsletter que más te interesen y recibe gratis los mejores reportajes, fotografías, y noticias cada semana en tu email.
