Estos dos cachorros de foca común fueron rescatados malnutridos en las costas de Gran Bretaña y unas semanas después, sanos y fuertes, retoman su historia al ser devueltos al mar. Los humanos que se ocuparon de ellos les pusieron nombres de cuento: Buckbeak y Pixie. La escena fue retratada en la costa de Lincolnshire, mientras los voluntarios del centro de rescate preparaban el regreso de estos animales a su hábitat natural.
Las focas comunes (Phoca vitulina) paren en verano, cuando hay más alimento y las crías tienen mayores probabilidades de sobrevivir, pero no todos los cachorros superan las primeras semanas. Las fuertes corrientes a veces los arrastran hasta las rocas, provocándoles lesiones que en condiciones normales las condenarían a una muerte casi segura. La intervención humana, en estos casos, es clave para ofrecerles una segunda oportunidad.