Hace años que Mercedes Martín descifra el clima y la meteorología desde el plató de Antena 3, donde muchos la hemos visto explicar los vientos, las lluvias, la calima o las olas de calor frente a los mapas de la península y las islas. Pero en pocos días, Martín se embarcará en una nueva aventura entre glaciares y hielo, llevando su labor divulgativa a un escenario extremo: la Antártida.
El 28 de enero, partirá desde Ushuaia, en Tierra del Fuego (Argentina), a bordo del barco de Homeward Bound junto a otras 115 mujeres de 22 nacionalidades. Todas ellas son científicas vinculadas a disciplinas STEMM (ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y medicina), y comparten una misión doble: impulsar el liderazgo femenino en ciencia y tecnología, y sensibilizar al mundo sobre el calentamiento global desde una de las regiones más vulnerables del planeta.
National Geographic: Mercedes, ¿Cómo fue recibir la noticia de tu selección?
Mercedes Martín: Fue un momento emocionante. Estaba trabajando en la redacción de Antena 3 cuando recibí la llamada que confirmaba que había sido preseleccionada. Recuerdo los nervios durante las entrevistas finales con el equipo directivo de Homeward Bound en Australia, donde valoraron mi formación, trayectoria y disposición para vivir esta experiencia transformadora; y saber que finalmente era una de las seleccionadas fue una mezcla de alegría y responsabilidad.
¿Puedes adelantarnos cómo será la expedición?
La expedición será una combinación de ciencia, aprendizaje y colaboración. Pasaremos tiempo a bordo del barco participando en talleres y sesiones dedicadas a la sostenibilidad y el liderazgo, pero también habrá oportunidades para descender a la península antártica –siempre que las condiciones lo permitan–, y visitar estaciones científicas, además de explorar algunos de los ecosistemas más frágiles del planeta. Estoy segura de que será una experiencia única, tanto a nivel personal como profesional, que promete ser intensa.
Sólo quedan unos días, ¿Cómo estás viviendo la preparación?
Es un reto en todos los sentidos. La logística es completamente diferente a cualquier otro viaje: ropa técnica para temperaturas extremas, gestionar una maleta con lo esencial y prepararme mentalmente para el aislamiento en un entorno tan extremo. A nivel emocional, estoy reflexionando sobre lo que quiero aportar al grupo y cómo esta experiencia influirá en mi forma de comunicar y liderar. Es una mezcla de emoción, respeto y ganas de aprender.
La Antártida es uno de los lugares más frágiles ante el cambio climático... ¿Crees que esta expedición te permitirá observar esas evidencias de forma directa?
Definitivamente. La Antártida es un laboratorio natural donde el cambio climático se manifiesta de manera evidente: el retroceso de los glaciares, la disminución de la banquisa y los cambios en la biodiversidad son solo algunos ejemplos. Aunque estoy familiarizada con estos fenómenos a través de datos y estudios, verlo de cerca será impactante y me ayudará a comunicar con más fuerza la urgencia de actuar.
¿Hay alguna experiencia previa en tu carrera que ya haya cambiado tu forma de entender el calentamiento global?
Sin duda, algunos eventos extremos han sido decisivos para comprender el impacto del cambio climático. Filomena, la reciente DANA en España que dejó récords históricos de precipitación, o el hecho de que 2024 se haya convertido en el año más cálido de la historia, siendo además el primero en superar el límite de 1,5 grados. Estudiar estos fenómenos y considerar nuestra creciente vulnerabilidad ante los eventos extremos marca un punto de inflexión en mi forma de entender y transmitir esta crisis.
El impulso al liderazgo femenino es clave en la expedición. ¿Crees que este puede aportar nuevas perspectivas para abordar la crisis climática?
Absolutamente. La diversidad, ya sea de género, cultural o de disciplinas, enriquece el enfoque con el que afrontamos cualquier desafío, incluido el cambio climático. Las mujeres, en particular, aportamos una visión más integradora y colaborativa que es fundamental en este contexto. La crisis climática requiere soluciones innovadoras y multidimensionales, y las mujeres en STEMM pueden liderar con empatía y creatividad, dos cualidades esenciales para movilizar a la sociedad hacia un cambio sostenible. Además, la representación femenina inspira a futuras generaciones, creando un círculo virtuoso de impacto positivo.
¿Qué aprendizajes esperas llevarte de esta experiencia?
Espero regresar con una visión completamente renovada, tanto en lo personal como en lo profesional. Esta expedición será una ocasión única para aprender de mujeres inspiradoras, explorar uno de los entornos más extremos y enriquecedores del planeta y aportar mi visión como meteoróloga y comunicadora. Estoy segura de que marcará un antes y un después en mi vida, y confío en que lo aprendido durante este viaje me ayude a seguir inspirando y movilizando a otros hacia la acción climática.
¿Te gustaría lanzar un último mensaje?
Esta expedición representa una oportunidad irrepetible. Viajar al continente más inhóspito y remoto del mundo, situado en el extremo sur, ya es extraordinario. Pero hacerlo junto a más de 100 mujeres de distintas culturas y trayectorias lo convierte en una experiencia inolvidable. Estoy convencida de que este viaje supondrá un punto de inflexión en mi vida y me permitirá regresar con aprendizajes valiosos para contribuir de forma significativa a los retos globales que enfrentamos.
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