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Combustible Sostenible de Aviación (SAF), una alternativa más limpia para volar

La huella de carbono que produce la industria aeronáutica pone de manifiesto la necesidad de apostar por alternativas que reduzcan el impacto medioambiental de los vuelos. Y empresas como KLM están avanzando hacia los viajes más sostenibles.

Actualizado a

Foto: KLM

En enero de 2021, KLM se convirtió en la primera compañía aérea del mundo en realizar un vuelo comercial de pasajeros con una mezcla de 500 litros de queroseno sintético sostenible.

La forma en que viajamos está cambiando. A lo largo de la historia, se han diseñado numerosos inventos que han revolucionado la movilidad de las personas, pero pocos han tenido un impacto tan grande como el avión. Su invención supuso un cambio transformador en todos los aspectos de la sociedad, y hoy es el único medio de transporte que permite a muchas personas moverse a sitios lejanos de una manera rápida.

Sin embargo, el cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero han provocado que los viajeros demanden viajes más sostenibles, lo que ha impulsado a la industria aeronáutica a pensar nuevos sistemas más benévolos con el medio ambiente.

Foto: KLM

El combustible de aviación sostenible (SAF) reduce las emisiones de CO2 hasta un 75 %, en comparación con el uso de combustibles fósiles tradicionales. En otras palabras: el SAF es la alternativa de combustible más sostenible.

La aviación se esfuerza por convertirse en una actividad sostenible, mientras las investigaciones en propulsiones eléctricas no alcanzan todavía la demanda para cubrir largos trayectos, el combustible de aviación sostenible (SAF) aparece como una opción razonable para minimizar el impacto y cada vez son más las aerolíneas que se vuelcan a su uso. Entre ellas, se encuentra KLM, la primera aerolínea del mundo que incluye una cantidad de combustible sostenible en cada billete.

La forma más verde de viajar

El combustible sostenible de aviación (SAF) es un tipo de carburante para aviones, fabricado a partir de fuentes renovables como el aceite de cocina usado y un sustituto duradero del combustible fósil. Se mezcla perfectamente con el combustible de aviación convencional y se adapta a los motores de todas las aeronaves, sin afectar a los procesos u operaciones actuales.

El SAF reduce proactivamente las emisiones en al menos un 75% en comparación con el combustible fósil y contribuye a una economía circular, siendo una de las claves para reducir la huella de carbono del planeta. Sin embargo aún no está disponible a gran escala.

Foto: KLM

Desde 2017, KLM invierte en la plantación de cientos de hectáreas de bosque tropical con ayuda de las aportaciones de los pasajeros.

Debido a su escasa disponibilidad y su coste, hoy en día, menos del 0,1% de los aproximadamente 300 millones de toneladas de combustible para aviones que utilizan las aerolíneas comerciales es SAF. Sin embargo, la compañía neerlandesa quiere revertir esta situación con la iniciativa de varias propuestas para aumentar la cantidad de combustible sostenible de aviación en cada vuelo y así tener un impacto directo en su huella ecológica.

Una flota innovadora que produce menos emisiones

En la actualidad, la renovación de las flotas se ha convertido en el principal factor para que las compañías aéreas puedan reducir sus emisiones de CO2. Una flota que produce menos consumo de combustible, reduciría de forma significativa la huella medioambiental.

Por ello, desde el año 2015, KLM ha ido sustituyendo sus aviones para introducir nuevos modelos con motores más eficientes y materiales ligeros, lo que les lleva a necesitar menos combustible y emitir menos emisiones. La última adquisición de la compañía han sido 100 aviones de la familia Airbus A320neo, que proporcionan el mejor rendimiento en su categoría y ofrecen una reducción del 15% en el consumo de combustible y las emisiones de CO2.

Reforestar para compensar la huella de carbono

Sin embargo, los aviones continúan emitiendo una alta cantidad de gases de efecto invernadero. Viajar deja una huella de carbono y para los pasajeros individuales que deseen reducir su huella, KLM ha ampliado su servicio CO2ZERO.

Desde la aerolínea conocen el impacto que producen y, aparte de esforzarse en reducir sus emisiones de CO2 utilizando combustible sostenible de aviación, han creado un servicio de compensación de emisiones que contribuye a la reforestación. Al participar en este programa, a través del billete se paga una pequeña contribución que es destinada al proyecto «CO2OL Tropical Mix» en Panamá. Un plan con el que ya se han plantado más de 7,5 millones de árboles y 15 especies en peligro de extinción han vuelto a los bosques.

Foto: KLM

El proyecto de reforestación en Panamá cuenta con la certificación Gold Standard for the Global Goals. Esta marca de calidad se otorga cuando un proyecto cumple los requisitos de durabilidad, biodiversidad y varios aspectos sociales.

Además del proyecto de reforestación, el programa CO2ZERO también incluye la posibilidad de comprar combustible sostenible adicional al reservar cada billete para compensar el impacto de su vuelo con el medioambiente. Esta opción proporciona un doble beneficio medioambiental: reducir directamente la emisión neta de CO2 de un vuelo y ayudar a hacer crecer el mercado del SAF.

La industria aeronáutica está creciendo y con ello también está aumentando la preocupación por reducir el impacto medioambiental que producen los vuelos. Desde KLM, aunque llevan tiempo trabajando para mejorar los aspectos de sus operaciones y su papel social y medioambiental, saben que la aviación hoy está lejos de ser sostenible, pero su compromiso está acelerando el cambio hacia un viaje futuro más sostenible y responsable. KLM quiere reescribir las reglas de un futuro más verde para volar, pero la sostenibilidad es una responsabilidad compartida que solo puede tener éxito si trabajamos juntos para descubrir cómo podemos viajar por el planeta de la forma más eficiente.