El cometa A3 Tsuchinshan-Atlas se despide de la Tierra en dirección al sistema solar lejano, iniciando de nuevo una órbita elíptica que es tan grande que se tardará más de 80.000 años en volver a visitarnos, según los cálculos de los expertos. Durante estos últimos días de octubre, siempre y cuando utilicemos instrumentos astronómicos como un telescopio, podríamos ver los restos de su kilométrica cola de hielo y polvo desaparecer en el espacio lejano.
A pesar de las dudas que hace unos meses empezaron a presentarse sobre si A3 Tsuchinshan-Atlas mantendría su integridad tras pasar su perihelio, el cometa salió triunfante de la situación y alcanzó su punto más próximo a la Tierra el pasado 14 de octubre de 2024 mostrando un brillo espectacular.
Desde National Geographic te contamos cómo fue su llegada y también compartimos las primeras imágenes que fotógrafos astronómicos y también aficionados de alrededor de todo el mundo habían podido tomar, una muestra de este momento tan esperado en que el cuerpo celeste gigante se dejó ver desde la Tierra.
Unos días más tarde podemos ver nuevas imágenes todavía más impresionantes que demuestran por qué vale la pena que tratemos de observar el paso de cometas como Tsuchinshan-Atlas.
No obstante, el 2024 todavía nos sorprenderá con dos cometas más que podremos observar desde la Tierra. Uno de ellos se verá a finales de este mismo mes de octubre, para la espeluznante noche de Halloween, y promete brillar más que Venus.
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