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Ya sabemos cómo era exactamente el milpiés más grande que jamás haya existido

Este insecto prehistórico era tan grande como un coche y ahora sabemos cómo era su cabeza (que no encaja exactamente en ninguno de los géneros conocidos).

Actualizado a

Milpiés prehistórico
Mickaël Lhéritier, Jean Vannier and Alexandra Giupponi

Al fin sabemos cómo era la cabeza de este artrópodo

Los científicos llevaban varios siglos buscando la cabeza fosilizada de Arthropleura, una criatura parecida a un milpiés que vivió en la Tierra hace unos 340 millones de años (en el Carbonífero), unos 100 millones de años antes que los dinosaurios y con un tamaño excepcional: es uno de los artrópodos más grandes jamás conocidos. No en vano, el Carbonífero es un periodo de la historia caracterizado por grandes insectos. Ahora, tras un largo tiempo de misterio, los investigadores han conseguido saber cómo era su aspecto exacto, incluido el gran enigma de cómo era su cabeza.

Este insecto, parecido a un milpiés que se cree que alcanzó los 2,6 metros de longitud y pesó más de 45 kilogramos, vivió en los bosques antiguos de lo que posteriormente se convertiría en América del Norte y Europa. Dado que los bosques de la etapa Paleozoica tardía contaban con una gran cantidad de oxígeno en atmósfera, los animales, en general, pudieron alcanzar tamaños considerables. Como este caso. Y, si bien se conoce de su existencia desde 1854, la forma y detalle de la cabeza de este gran insecto prehistórico seguían siendo un gran interrogante científico porque ninguno de los fósiles encontrados presentaba la cabeza. Hasta ahora.

¿Cómo era la cabeza de este monstruo prehistórico?

La ausencia de fósiles de la cabeza llevó a los científicos a especular sobre cómo podría haber sido la parte superior de este gigantesco insecto. Se preguntaban si este artrópodo pertenecía al grupo de los milpiés o al de los ciempiés.

Afortunadamente, el empleo de técnicas avanzadas de microtomografía computarizada –una técnica de imágenes que utiliza rayos X para ver el interior de un objeto y crear imágenes tridimensionales de fósiles– en varios especímenes de Arthropleura juveniles que se hallaron con sus cabezas intactas (procedentes del yacimiento de Montceau-les-Mines en Francia), ha resuelto finalmente ese misterio.

 

El examen ha revelado detalles nunca vistos sobre la anatomía de este curioso insecto. Lo bueno de usar rayos X, es que es posible estudiar un fósil sin tocarlo. Y ahora sabemos cómo son sus antenas, sus ojos, sus mandíbulas y el resto de detalles de su curiosa cabeza.

Consistía en una estructura redonda y bulbosa con dos antenas cortas en forma de campana. Poseía dos ojos compuestos pedunculados parecidos a los de los cangrejos actuales –algo que no se contempla ni en milpiés ni en ciempiés–, y una boca relativamente pequeña diseñada para triturar hojas y corteza, lo que sugiere que este monstruo prehistórico se alimentaba de plantas.

¿Está relacionado con los milpiés o con los ciempiés?

Lo cierto es que su árbol genealógico evidencia un estado intermedio en la evolución del linaje. Tiene un cuerpo parecido a un milpiés pero la cabeza de un ciempiés.

 

Tomografía computarizada del insecto
Lhéritier et al/Science Advances 2024

Reconstrucción tridimensional de un arthropleura juvenil fosilizado.

Arthropleura tiene el cuerpo de un milpiés, como por ejemplo, con dos pares de patas por segmento [corporal], pero también la cabeza de un ciempiés”, explica Mickaël Lhéritier, paleontólogo de la Universidad Claude Bernard Lyon 1 en Francia y coautor del trabajo que publica la revista Science Advances. Aun así, las observaciones anatómicas y los datos filogenómicos, colocan a Arthropleura directamente en el campo de los milpiés, concluye el equipo.

Aún quedan preguntas sin resolver respecto a esta extraordinaria criatura, como si vivía siempre en tierra o pasaba el tiempo en el agua -dados sus globos oculares con pedúnculos- o los detalles concretos de su dieta.