Justo después del solsticio de junio que da pie al inicio del verano, y que este año ocurrió el día 20 del mes, la Luna ha dado la bienvenida a la nueva estación de manera espectacular: presentándose en la fase donde la observamos completamente llena. Como siempre, se trata de una importante cita en el calendario astronómico.
El plenilunio de este mes recibe el nombre de "Luna de Fresa", y este 2024 ha tenido lugar durante la noche del 21 al 22 de junio. Su punto máximo se ha producido durante la madrugada, a las 03:08 hora peninsular española, según los datos proporcionados por el Observatorio Astronómico Nacional.
el origen de su nombre
Esta luna llena de inicios de verano ayudaba a los pobladores nativos de América a identificar el momento ideal para la recolecta de la fresa silvestre, que a partir de entonces ha madurado y se encuentra en su punto óptimo para la cosecha. Entre ellos se encontraban los pueblos algonquino, lakota y ojibwe.
Pero, ¿tiene el color rojo de la fresa algo que ver con el que se verá en la luna? La respuesta fácil es que no: a pesar de lo que su nombre puede sugerir, la luna llena de junio no tiene por sí misma un color distinto al habitual. No obstante, su posición relativamente baja en el cielo, asociada a la temporada de verano, puede hacer que tenga un reflejo rojizo. Esto se debe principalmente a la luz que se dispersa en las altitudes más bajas de la atmósfera terrestre.
¿cómo ver la luna llena?
La luna, especialmente cuando está llena, es algo más que nuestro satélite: un elemento místico cargado de significado para la humanidad, que ha representado a diosas, al mundo espiritual, o incluso al romanticismo,... Por eso, los amantes de la astronomía, como también los que le otorgamos un significado mágico, miramos con fascinación al cielo buscando este magnífico cuerpo celeste.
Para poder observar la luna llena en todo su esplendor el cielo deberá estar despejado, sin nubes que puedan tapar la vista, con unas condiciones atmosféricas apropiadas. Además, la contaminación lumínica produce un brillo excesivo, sobre todo alrededor de ciudades grandes, que puede impedir la buena visibilidad. Por eso, es recomendable buscar un lugar lo más oscuro posible, y que además esté libre de edificios o árboles que puedan tapar nuestra línea de visión.
Aunque la luna llena se verá a simple vista, para tener la mejor experiencia posible se recomienda el uso de prismáticos o telescopios astronómicos, aunque estos no sean profesionales o de gran alcance. También se puede usar una cámara fotográfica con un buen teleobjetivo.
Cabe recordar que, si bien la luna es visible toda la noche, será en su punto máximo cuando esté completamente elevada y esférica. Aun así, cerca del amanecer y el atardecer lunar, cuando se encuentra más cerca del horizonte, dará la sensación de ser más grande y habrá más posibilidades deque se aprecie un tono rosado o rojizo.
LOS PRÓXIMOS EVENTOS ASTRONÓMICOS
Si te has perdido la luna de fresa pero todavía quieres observar una luna llena, tu próxima oportunidad será el 21 de julio, cuando recibiremos el siguiente plenilunio conocido como la "luna del ciervo".
Más allá de la luna llena de junio, este mes el cielo ya no tiene previsto ofrecernos nuevos espectáculos astronómicos, así que no tendremos más remedio que esperar a las lluvias de meteoros que se producirán entre julio y agosto, las Delta Acuáridas y las Perseidas. Aun así, el espacio exterior puede ser imprevisible y siempre podría darnos alguna sorpresa.
