A simple vista esto puede parecer un río con un atasco de barcas, pero la realidad es más impactante: la imagen muestra una carretera que ya no es tal porque el agua lo ha inundado todo. Personas a pie y vehículos atrapados se extienden en fila sobre lo que queda de la autopista Dhaka-Chittagong, en Muhuriganj (Bangladesh), tras las lluvias monzónicas del pasado agosto. En este país, como en muchos otros lugares del mundo, el cambio climático está intensificando los monzones y elevando el coste humano, económico y ecológico de cada temporada de lluvias.

La fotografía no solo retrata el caos logístico, sino también la vulnerabilidad humana frente a fenómenos climáticos extremos, incluso cuando son recurrentes. Al menos 13 personas perdieron la vida en esta ocasión, un número que podría haber sido mucho mayor teniendo en cuenta que 43 regiones del país se vieron afectadas por inundaciones repentinas. El monzón es un fenómeno típico del sudeste asiático, pero nunca se está lo bastante preparado para él.