Con las vacaciones acechando en el calendario y las procesiones de Semana Santa preparando ya sus pasos, el cielo vuelve a erigirse como protagonista inesperado. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha revelado una previsión marcada por la incertidumbre y el contraste, advirtiendo de un escenario climático más complejo de lo habitual para este periodo.
Lo que para muchos es una antesala luminosa del verano, este año podría estar teñido por nubes caprichosas y lluvias inesperadas.
La llegada de un anticiclón atlántico, procedente de las Azores, marcará el pulso atmosférico de estos días. Este sistema de altas presiones, lejos de garantizar cielos despejados, traerá consigo una variabilidad que afectará especialmente al norte peninsular.
Según los expertos, las lluvias podrían superar los valores climatológicos normales en ciertas regiones, lo cual podría alterar drásticamente la tradicional imagen de calles engalanadas bajo el sol de abril.
Lluvias y nieve en varias regiones
La influencia del aire húmedo y la inestabilidad persistente configuran un panorama grisáceo, en particular sobre el Cantábrico, donde se esperan precipitaciones extensas y de carácter moderado. Esta situación se verá acompañada de cielos cubiertos en buena parte del territorio peninsular, así como en Baleares. En estas áreas, la lluvia se manifestará de forma intermitente, mayoritariamente en forma de chubascos, generando una estampa cambiante y poco predecible.
La nieve, por su parte, continuará siendo un fenómeno relevante, especialmente en zonas montañosas del norte y este del país. La cota de nieve se situará entre los 800 y 1200 metros durante las primeras jornadas, para luego ascender progresivamente hasta los 1600 metros. Este vaivén blanco será una constante en los altos valles y sierras peninsulares, pintando de invierno una primavera que aún no se define del todo.
AEMET
Canarias, aunque más ajena al nerviosismo meteorológico peninsular, también verá alterada su rutina. Se prevén cielos parcialmente nublados y lluvias débiles en el norte de sus islas más montañosas, aunque con temperaturas más benignas y estables en general. La atmósfera canaria, como en otras ocasiones, ofrecerá cierto respiro ante el agitado escenario peninsular.
Temperaturas
En cuanto a las temperaturas, el mercurio comenzará a recuperar su equilibrio estacional. Se espera un ascenso gradual en las máximas, tanto en la Península como en el archipiélago canario.
Las mínimas, sin embargo, seguirán fluctuando: subirán ligeramente en el noroeste, pero descenderán en otras regiones, incluida Baleares. Las heladas no desaparecerán por completo: persistirán de forma leve en las zonas montañosas del norte y el sureste, así como puntualmente en las mesetas.
El viento también jugará su papel, aunque sin excesos. Se prevén rachas suaves a moderadas del norte y oeste en la mayor parte de la Península, con algunas intensificaciones en las costas gallegas y del Cantábrico. Un aliento frío y caprichoso que completará el lienzo cambiante de esta Semana Santa de contrastes.
Predicción LIMITADA
La predicción estacional de la AEMET, elaborada mediante un consenso entre diversos modelos meteorológicos, ofrece una visión más amplia pero igualmente sujeta a variabilidad.
Así pues, la Semana Santa de 2025 se presenta como un reto de interpretación para los devotos del buen tiempo y los viajeros ocasionales. Como en toda predicción, la última palabra la tendrá la naturaleza.