Los humanos llevamos miles de años consumiendo alcohol. Por ejemplo, se sabe que el hombre empezó a consumir alcohol el neolítico. Así lo descubrió Patrick McGovern, de la Universidad del Estado de Pensinvania, tras detectar restos químicos de un producto fermentado elaborado a partir de una mezcla da arroz, miel y frutas en un yacimiento arqueológico Jiahu, en el centro-este de China, en el que hasta ahora se ha convertido en el registro más antiguo conocido de la producción de una bebida alcohólica.
Ahora, una nueva investigación ha desvelado que no somos la única especie a la que le gusta beber en sociedad. Al parecer, los chimpancés comparten con nosotros el gusto por establecer vínculos en torno al consumo de esta sustancia.
Son las conclusiones vertidas recientemente en un estudio de la Universidad de Exeter publicado en la revista científica Current Biology en el que se documenta por primera vez este comportamiento en un grupo de chimpacés del parque nacional de Catanhez, en Guinea-Bissau.
¿Qué los lleva a compartir alcohol? ¿Tiene la misma función social que en los humanos? Estas son algunas de las grandes preguntas de la comunidad científica.
Según reza la investigación, “el intercambio y la incorporación en la dieta de alimentos que contienen etanol están muy extendidos y pueden haber desempeñado un papel de larga duración en las sociedades de hominoideos”.
En otras palabras, es muy probable que los chimpancés salvajes de estos bosques guineanos fueran muy conscientes de los beneficios sociales que les procuraba una cantidad de alcohol que fuera lo suficientemente alta como para despertar en su organismo una cierta sensación de euforia colectiva que merecía ser compartida.
En el caso de los humanos, sabemos que beber alcohol provoca la liberación de dopamina y endorfinas, con la consiguiente sensación de felicidad y relajación», explica Anna Bowland, del Centro de Ecología y Conservación del Campus Penryn de Exeter, en un comunicado de la universidad.
Bowland et al/Universida de Exeter
Dos machos adultos se alimentan de fruto fermentados del árbol del pan.
Los chimpancés también usan el alcohol para estrechar vínculos
No solo eso, incide la autora, “también sabemos que compartir el alcohol -incluso a través de tradiciones como los banquetes- ayuda a formar y reforzar los vínculos sociales. La pregunta es: ¿podría estar obteniendo beneficios similares?, ¿Buscaban los chimpancés esta misma sensación">