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¿Qué son las salpas? Una extraña especie que no debería preocuparnos

No es una medusa, ni tampoco un pez: se trata de un invertebrado que cumple una función esencial en el ecosistema marino y cuya presencia está aumentando en las playas españolas.

Actualizado a

salpidae
Shutterstock

Las Salpidae pueden formar hieras de aproximadamente 10 metros.

Las playas del Cantábrico y el norte del Mediterráneo están recibiendo la visita de un invertebrado gelatinoso y transparente que comúnmente se confunde con una medusa o, en su defecto, con un trozo de plástico. Frente a lo desconocido, es habitual que los bañistas se atemoricen, pero lo cierto es que no hay de qué preocuparse: estos animales son conocidos como salpas o sálpidos (Salpidae), son inofensivos y cumplen una función esencial en el ecosistema.

Hay quienes disfrutan de verlas nadando en el mar, a veces encadenadas en hileras que pueden alcanzar los 10 metros de longitud, y hay quienes prefieren huir de ellas. En cualquier caso, cabe destacar que, lejos de tener relación filogenética con las medusas, las salpas no pican. De hecho, es probable que, si frecuentas estas costas, ya hayas entrado en o con ellas sin haberte dado cuenta, porque siempre han estado ahí. Aunque ahora con mayor presencia.

Una especie fascinante (e inofensiva) en los mares

Mientras que, en términos populares, podríamos decir que las medusas tienen forma de campana o sombrilla, las salpas –de hasta 10 centímetros de tamaño– se parecen más a un barril que bombea agua para desplazarse. Comparte nombre vulgar con un pez que, curiosamente, también habita en el Mediterráneo, aunque en la costa de Andalucía: la Sarpa salpa. Sin embargo, no deben confundirse bajo ning��n concepto.

 

Las Salpidae pertenecen a la familia de los tunicados, taxón caracterizado por tener el cuerpo blando y revestido con una membrana o túnica (de ahí su nombre), e identificarlas puede ser todo un reto desde el punto de vista del bañista. Aquí van algunas claves.

A ambos extremos de su cuerpo posee sifones a través de los cuales realiza todas sus funciones vitales: moverse, expulsar desechos y, por supuesto, nutrirse. Y en cuanto a lo último, su fuente principal de alimentación es el fitoplancton, un conjunto de microorganismos vegetales que, al capturar el dióxido de carbono, producen aproximadamente la mitad del oxígeno que respiramos. 

Por otro lado, estos animales pueden sobrevivir en solitario o bien organizarse en colonias, en las que crean cadenas de centenares de individuos. Y la transparencia de su cuerpo permite observar su estómago, que, en caso de estar lleno de fitoplancton, será de color marrón. 

 

salpa
Shutterstock

Las salpas no sobreviven en la superficie.

¿Por qué están apareciendo en gran cantidad?

En 2019 y 2021 también se reportó en España un aumento de salpas en las playas, y esto se debe a una mayor presencia de fitoplancton en los océanos. En otras palabras, cuando su comida es abundante, las salpas crean clones (por reproducción asexual, por cierto) que colaboran con la tarea de limpiar de fitoplancton del mar, favoreciendo el equilibrio entre los microorganismos y el dióxido de carbono. 

En conclusión: estos extraños y desconocidos invertebrados que conviven con nosotros en el agua no solo no pican ni atacan, sino que, todo lo contrario, contribuyen a la salud de los ecosistemas marinos. Es por ello que, teniendo en cuenta que no pueden sobrevivir en la superficie, es importante que no los saquemos de su hábitat.

De hecho, tampoco es necesario realizar ningún tipo de intervención, ni avisar a los socorristas (algo que sí deberíamos hacer en caso de avistar medusas, tal y como sugiere Cruz Roja Española): solo dejémoslas nadar y cumplir su función en el planeta.

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