@font-face{font-family:'Figtree';font-style:normal;font-weight:300 900;font-display:swap;src:url('/Content/skins/ng2022/fonts/Figtree/Figtree.woff2') format('woff2')}@font-face{font-family:'Figtree';font-style:italic;font-weight:300 900;font-display:swap;src:url('/Content/skins/ng2022/fonts/Figtree/Figtree-italic.woff2') format('woff2')}

{{text}}

{{partText}}

{{partClaim}}

{{Text}}

`, uniqueTemplate: `

¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión

Lee {{artTitle}} por un módico precio.

Suscríbete ahora

`, returnText: `No me interesa`, text: `Este contenido es exclusivo para suscriptores.`, partImg: `/medio/2023/05/16/portada-planeta_31e7e28b.png`, partImgTablet: `/medio/2023/05/16/portada-planeta_31e7e28b.png`, partText: `

Sigue leyendo todo el contenido exclusivo por solo 1€/mes

`, partClaim: `Suscríbete por 1€/mes`, Text: `¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión`, } };

La NASA ofrece 3 millones de dólares a quien resuelva este problema clave para el futuro de la humanidad

El desafío LunaRecycle busca revolucionar el reciclaje espacial y garantizar la sostenibilidad de las misiones más ambiciosas.

Sergio Parra
Sergio Parra

Periodista especializado en temas de ciencia, naturaleza, tecnología y salud

Actualizado a

Basura espacial
NASA ODPO

LEO, que significa órbita terrestre baja, es la región del espacio a menos de 2000 km de la superficie terrestre. Se trata de la zona con mayor concentración de desechos orbitales.

Desde los albores de la exploración espacial, el ser humano ha dejado su huella más allá de la Tierra. Pero no solo con sus descubrimientos y hazañas, sino también con los residuos que ha ido generando

En un entorno donde cada gramo cuenta y la logística es un desafío colosal, la gestión de los desechos se convierte en un problema crítico. Con la vista puesta en la Luna, Marte y más allá, la NASA ha lanzado un reto sin precedentes: el LunaRecycle Challenge, una competición con una bolsa de 3 millones de dólares para quienes logren desarrollar soluciones innovadoras que permitan reducir, procesar y reciclar los residuos en el espacio.

Un desafío con impacto más allá del espacio

El objetivo de este ambicioso concurso no es solo mejorar la autosuficiencia de las misiones espaciales, sino también inspirar nuevas soluciones para la gestión de residuos en la Tierra. La NASA subraya que las tecnologías desarrolladas para el espacio podrían aplicarse en el ámbito terrestre, optimizando los procesos de reciclaje, reduciendo los desechos tóxicos y promoviendo sistemas de reutilización eficientes en comunidades de todo el mundo.

Pero en el trasfondo de esta iniciativa subyace una amenaza cada vez más preocupante: la proliferación de basura espacial. Desde fragmentos de cohetes hasta herramientas extraviadas por astronautas, la órbita terrestre se ha convertido en un campo minado de escombros que ponen en riesgo satélites, estaciones espaciales e incluso futuras misiones. 

Un problema que no es ciencia ficción

El concepto del Síndrome de Kessler, propuesto en 1978 por el científico Donald J. Kessler, advierte que un exceso de basura espacial podría desencadenar una reacción en cadena de colisiones, generando una nube de escombros que haría el espacio prácticamente inaccesible.

Lejos de ser un escenario teórico, este problema ya se ha manifestado en varias ocasiones. La NASA informó que, el 28 de febrero, un satélite ruso fuera de control, el Cosmos 2221, estuvo a punto de chocar con el satélite estadounidense Timed, encargado de monitorear la atmósfera terrestre. Un impacto entre ambos habría liberado metralla a una velocidad de 16.000 km/h, lo que podría haber causado daños irreparables en otras misiones.

¿En qué consiste la competición LunaRecycle?

El LunaRecycle Challenge plantea dos líneas de trabajo:

  1. Prototipos físicos: diseñar y desarrollar sistemas de hardware capaces de reciclar residuos sólidos en la superficie lunar.

  2. Gemelos digitales: crear réplicas virtuales de sistemas completos de reciclaje, permitiendo evaluar su viabilidad antes de construirlos físicamente.

Los participantes pueden optar por una de las dos modalidades o presentar soluciones en ambas. La fecha límite para la primera fase del desafío es el 31 de marzo, y los resultados finales se anunciarán en mayo de 2025.

Los interesados en inscribirse deben completar el formulario de Expresión de Interés del Desafío LunaRecycle. No se aceptarán propuestas enviadas por correo electrónico, aunque los organizadores han habilitado dos direcciones para consultas oficiales.

Innovación para un futuro más allá de la Tierra

El ingenio y la creatividad serán las claves para afrontar este reto. Más allá del atractivo del premio en metálico, esta competición forma parte de un esfuerzo mayor para garantizar la sostenibilidad de misiones como Artemis, que busca establecer una presencia humana permanente en la Luna.

Así, el desafío LunaRecycle no solo abre una puerta a nuevas oportunidades tecnológicas, sino que también marca un hito en la lucha por hacer del espacio un lugar más seguro y sostenible. Después de todo, si queremos conquistar otros mundos, primero debemos aprender a gestionar los residuos que dejamos en el camino.

Más Sobre...
espacio