En el imaginario colectivo, el "corazón roto" evoca escenas de desamor, lágrimas y baladas melancólicas. Sin embargo, más allá de la metáfora, existe una condición médica real conocida como takotsubo, o síndrome del corazón roto, que puede tener consecuencias fatales.
Recientes estudios revelan una paradoja inquietante: aunque esta afección afecta predominantemente a mujeres, son los hombres quienes enfrentan un riesgo de muerte más del doble.
un nombre con forma de trampa
El término takotsubo proviene del japonés y hace referencia a una trampa utilizada para capturar pulpos, caracterizada por una base redondeada y un cuello estrecho. Esta denominación se adoptó porque, durante un episodio de este síndrome, el ventrículo izquierdo del corazón adopta una forma similar a dicha trampa, debido a una debilitación temporal de su musculatura.
Descrito por primera vez en Japón en la década de 1990, el takotsubo se manifiesta tras eventos de estrés intenso, ya sean emocionales o físicos. Situaciones como la pérdida de un ser querido, un accidente grave o una enfermedad aguda pueden desencadenar una liberación masiva de hormonas del estrés, como la adrenalina, que afectan la función cardíaca.
La paradoja de género
Aunque aproximadamente el 83% de los casos diagnosticados corresponden a mujeres, especialmente en etapa postmenopáusica, los hombres presentan una tasa de mortalidad significativamente mayor. Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Heart Association analizó datos de casi 200.000 pacientes hospitalizados entre 2016 y 2020. Los resultados mostraron que el 11,2% de los hombres con takotsubo fallecieron, en comparación con el 5,5% de las mujeres.
Esta disparidad podría deberse a que, en los hombres, los desencadenantes suelen ser físicos, como cirugías o infecciones agudas, mientras que en las mujeres predominan los factores emocionales. Además, se ha observado que los hombres tienden a contar con redes de apoyo emocional más limitadas, lo que podría influir negativamente en su recuperación. Te contamos más en esta noticia de National Geographic España.
Más allá del desamor
El síndrome del corazón roto no se limita a las penas amorosas. Puede simular un infarto, presentando síntomas como dolor en el pecho y dificultad para respirar, pero sin obstrucciones en las arterias coronarias. Aunque en muchos casos la función cardíaca se recupera en semanas, pueden surgir complicaciones graves, como insuficiencia cardíaca, arritmias o incluso la muerte.
La falta de tratamientos específicos y la necesidad de un diagnóstico diferencial preciso hacen que el reconocimiento temprano y el manejo adecuado sean esenciales.
Además, es fundamental abordar los factores de riesgo, como el manejo del estrés y el fortalecimiento de las redes de apoyo, especialmente en los hombres.
El takotsubo nos recuerda que el corazón no solo responde a estímulos físicos, sino también emocionales. En un mundo donde las presiones y el estrés son constantes, es vital prestar atención a las señales del cuerpo y buscar apoyo cuando sea necesario. Porque, al final, un corazón roto no es solo una metáfora: puede ser una realidad médica con consecuencias graves.
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