Las ranas punta de flecha exhiben algunos de los colores más intensos y bellos de la Tierra. Según sus hábitats, que se extienden desde las selvas tropicales de Nicaragua hasta Brasil, estos anfibios de la familia de los dendrobátidos pueden ser amarillos, plateados, naranjas, rosas, verdes, azules o negros.
Joel Sartore
Rana punta de flecha roja y azul
Las tonalidades y los elaborados dibujos de su piel son deliberadamente llamativos para ahuyentar a posibles depredadores. Así y todo, si un animal hambriento se atreve a darles un mordisco, descubrirá al instante que son supervenenosos.
Joel Sartore
Rana punta de flecha mimética
La rana punta de flecha dorada, por ejemplo, contiene, en sus cinco centímetros de largo, dermotoxinas suficientes para acabar con la vida de 10 humanos adultos. Los indígenas emberá de Colombia llevan siglos recogiendo este veneno para impregnar con él la punta de los dardos de las cerbatanas con las que cazan; de ahí el nombre de estas ranas.
Joel Sartore
Rana punta de flecha arlequín
Las ranas punta de flecha también se distinguen de otros anfibios por la devoción a sus crías. Los machos de la especie roja y azul vigilan los huevos hasta que eclosionan y las hembras transportan a los renacuajos a las charcas.
Este artículo se publicó en el número de mayo de National Geographic.