Existe una fuente de energía limpia y prácticamente inagotable bajo nuestros pies: el hidrógeno natural, también conocido como hidrógeno blanco. Esta forma de hidrógeno, libre de emisiones y presente de forma abundante en el subsuelo terrestre, podría abastecer al planeta durante más de 170.000 años. Aunque hoy en día la mayoría del hidrógeno se obtiene a partir de hidrocarburos como el gas natural, los científicos exploran ya cómo aprovechar estas reservas naturales como una alternativa verde y sostenible para el futuro energético global.

Una solución al problema energético del mundo

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, la Universidad de Durham y la Universidad de Toronto han detallado en la revista Nature Reviews Earth & Environment cuál es la receta geológica necesaria para encontrar fuentes limpias de hidrógeno natural bajo nuestros pies, ofreciendo una solución al desafío del suministro de hidrógeno y eliminando el uso de hidrocarburos para este fin.

No es un concepto nuevo: llevamos décadas trabajando en la producción de hidrógeno como energía renovable, sin embargo, apenas el 0,1 % de la energía generada por él se considera "verde" o producida de forma "neutra desde el punto de vista climático", según el Foro Económico Mundial, ya que se emplean hidrocarburos cuyo subproducto contribuye al 2,4 % de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global (otros son el metano, el vapor de agua o el óxido nitroso).

La receta para encontrar hidrógeno limpio

Sin embargo, el hidrógeno natural atrapado en la corteza terrestre podría alimentar a la humanidad durante milenios y sin emisiones y descubrimientos recientes sugieren que existen yacimientos de hidrógeno enterrados en innumerables regiones del mundo; solo hay que encontrar dónde se han creado estas acumulaciones de hidrógeno que han sido preservadas en la corteza continental terrestre a lo largo de los años.

“Si bien una parte de este gas se ha perdido, se ha consumido o es inaccesible hoy en día, el hidrógeno restante podría ofrecer una fuente natural (y libre de emisiones) de este recurso natural”, apuntan los expertos que han facilitado una lista de condiciones geológicas que estimulan la creación y acumulación de gas hidrógeno natural en el subsuelo, lo que debería simplificar la búsqueda de yacimientos de este tipo.

Los depósitos naturales de hidrógeno requieren tres elementos clave para su formación: una fuente de hidrógeno, rocas reservorio y sellos naturales que atrapan el gas bajo tierra. Y hay múltiples procesos naturales que pueden desencadenar la producción de hidrógeno (como la reacción química que divide el agua en hidrógeno y oxígeno).

Esta fórmula que han ideado los científicos lo tiene todo en cuenta. Por ejemplo, incluye los tipos de rocas y entornos donde se forma el hidrógeno, las tasas de producción de hidrógeno, cómo se mueve bajo tierra, qué permite el desarrollo de los yacimientos de hidrógeno y qué causa su pérdida.

“Sabemos, por ejemplo, que los microbios subterráneos se alimentan fácilmente de hidrógeno. Evitar entornos que los pongan en o con el hidrógeno es importante para preservarlo en las acumulaciones económicas”, ha explicado Barbara Sherwood Lollar, coautora de la investigación.

¿Dónde están los depósitos de hidrógeno blanco?

Entre los lugares del planeta que albergarían estos reservorios de hidrógeno se encuentran -al menos- 30 estados de Estados Unidos, en Malí (África), los Pirineos, los Alpes y partes del Himalaya. Si bien se pensaba que podía estar demasiado disperso para extraerlo de manera económicamente viable, esta nueva fórmula facilita las cosas y contribuiría significativamente a la transición energética.

Se espera que la demanda de hidrógeno aumente a 540 toneladas en 2050, según los investigadores, y lograr un suministro fiable de hidrógeno es vital para el funcionamiento de nuestro mundo.

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