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¿Qué hacer si un perro te muerde por accidente?

La mordedura de un perro, incluso si está sano, puede ser peligrosa y hay que tratarla de forma adecuada a la gravedad de la herida y al riesgo que supone.

Abel G.M.
Abel G.M.

Periodista especializado en historia, paleontología y mascotas

Actualizado a

Mordedura perro (iStock, Gabi Uhrova)   copia
iStock, Gabi Uhrova

Aunque sean el mejor amigo del hombre, los incidentes con perros son más frecuentes de lo que pensamos. Estos pueden ocurrir por encontronazos con perros callejeros o incluso, por accidente, con nuestras propias mascotas.

La mordedura de un perro puede ser más peligrosa de lo que muchos imaginan y hay que tomar las medidas necesarias para evitar que la herida se infecte y, eventualmente, que nos transmita enfermedades. Muchas veces bastará con limpiar la herida, pero en ocasiones habrá que vacunarse preventivamente.

¿Qué enfermedades puede causar la mordedura de un perro?

En principio, un perro que esté al día de sus vacunas en un país desarrollado no debería suponer un riesgo para nuestra salud más allá de la posible infección de la herida, que se puede prevenir limpiando con agua y jabón y aplicando un desinfectante (preferiblemente a base de yodo). Aun así, si se produce un incidente con un perro desconocido (ya sea que nos muerda a nosotros o a nuestro perro) es necesario pedir los datos del animal para asegurarse de que está vacunado.

Las dos vacunas que suelen contemplarse en el caso de mordedura por parte de un perro desconocido (especialmente si es callejero) son el tétanos y la rabia. Ambas deberían ponerse lo antes posible, antes de 24 horas. Si tenemos un seguro de salud, es necesario llamar para que nos indiquen a qué centros podemos acudir para una aplicación rápida, especialmente en el caso de la rabia ya que los hospitales convencionales no suelen tenerla a disposición.

Aunque muchos países vacunan a los niños contra el tétanos, si han pasado más de 10 años desde la aplicación, hay que poner una dosis de refuerzo. En el caso de la rabia no suele ponerse “por defecto” y, aunque hayamos recibido una pauta completa anteriormente, pasados 3 años es también necesaria una de refuerzo. En ambos casos, para asegurar la protección al 100% es muy importante realizar la pauta completa con todas las dosis necesarias.

África y Asia son los continentes con más incidencia de rabia, pero también está presente en lugares más cercanos como el este de Europa. Los perros no son los únicos portadores: también está presente en gatos y en especies salvajes, especialmente entre los monos.

Consejos para evitar altercados con perros callejeros…

La mejor cura es la prevención y, si viajamos a países con una alta incidencia de tétanos o/y rabia, es importante seguir algunos consejos de prudencia para minimizar riesgos.

Ante todo hay que tener en cuenta que los perros callejeros, especialmente si han nacido en la calle, tienden a ser mucho más desconfiados y territoriales que los domésticos y probablemente reaccionarán con actitud agresiva ante lo que consideren una amenaza. Esto puede ser incluso algo tan aparentemente inofensivo como acercarnos demasiado a ellos o querer acariciarlos.

Conviene no cruzarse con perros en espacios angostos, como callejones, y dejarles siempre una vía libre para que puedan alejarse. Ante cualquier señal de rechazo deberíamos alejarnos, pero sin hacer movimientos bruscos que puedan asustarles. Nunca hay que acercarse a un perro desconocido que esté comiendo o con sus cachorros.

o domésticos

Incluso los perros domésticos pueden mordernos si se sienten amenazados. No todos los perros son inmediatamente sociables con los desconocidos y muchos necesitan su espacio, por lo que no hay que intentar acariciarlos e incluso acercarnos a ellos sin antes preguntar a la persona que les acompañe.

Hay que dejar que, en primer lugar, sea el perro el que nos olfatee. Es mejor dejar que nos olisquee las piernas en vez de acercarle la mano, ya que podría percibirlo como un gesto de agresión: de hecho, la mano es el lugar donde se producen más mordeduras de perro. El lugar más seguro para acariciar a un perro que no conocemos sin que se asuste es la parte final del lomo; en cambio, hay que evitar hacerlo en la cabeza o la cara hasta que nos tenga confianza.

Tampoco hay que tocar por sorpresa a un perro que no nos ha visto, incluso si nos conoce, ya que puede asustarse y morder como reacción. Si el animal parece asustado o nos gruñe, o si está comiendo o cuidando de los cachorros, hay que mantener las distancias, aunque se trate de un perro conocido.

Hay que tener especial cuidado con los niños pequeños, ya que pueden resultar muy invasivos para un perro que requiera espacio y porque no saben interpretar las señales de advertencia que les puede lanzar. Más de la mitad de las heridas por mordeduras de perro las sufren los niños pequeños y pueden ser bastante más peligrosas que en los adultos, ya que su sistema inmunológico aún no está desarrollado.

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