Una celebración especial ha tenido lugar recientemente en el museo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT): se trata de la ceremonia anual de los Ig Nobel, los premios dedicados a destacar las investigaciones científicas más extravagantes del año. Sin embargo, y aunque su objeto de estudio pueda, a priori, producir risa y parecer poco útil, sus hallazgos son relevantes de algún modo para la ciencia.
Los premios, que este año celebran su 34ª edición, nacen como una parodia a los reconocidos premios Nobel de la Academia sueca, y están organizados por la revista satírica Annals of Improbable Research.
La ceremonia empezó de una forma tan inusual como los propios trabajos que son galardonados en ella: todos los asistentes tiraron aviones de papel al escenario, una tradición que no se había podido repetir desde el inicio de la pandemia de Covid-19, cuando las galas empezaron a tener lugar online.
De vuelta al formato presencial, celebrando la temática de la Ley de Murphy bajo el lema "Si algo puede salir mal, saldrá mal", los ganadores de este año han sido anunciados. Te presentamos algunos de los premios más originales.
INFLUENCIA HEMISFÉRICA EN LOS REMOLINOS CAPILARES
El premio Ig Nobel de anatomía se ha concedido a un grupo de investigadores del Hospital Universitario de Montpellier, en Francia, y de la Clinica Universitad de los Andes, en Chile, por su estudio sobre la dirección de crecimiento del cabello según el origen hemisférico de las personas: ¿giran en el mismo sentido los remolinos del pelo de todos los habitantes del hemisferio norte? ¿y del hemisferio sur? ¿lo hacen en el sentido de las agujas del reloj o en sentido contrario">