Esta malagueña de origen chino lleva años despuntando en el campo de la biomedicina. Su expediente brillante le valió numerosas becas, una de las cuales le sirvió para especializarse en medicina molecular. Años más tarde se enroló en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, donde participó en numerosas investigaciones relacionadas con la lucha contra el cáncer, y donde diseñó una plataforma capaz de probar la eficacia de medicamentos oncológicos en tiempo récord. Hoy se dedica a la redacción de contenido médico para profesionales del sector. La suya es una historia de superación y éxito, y una esperanza para aquellas jóvenes científicas que cada día se enfrentan al doble muro invisible de la precariedad laboral y la brecha de género.