En una Plaza de San Pedro colmada de fieles y miradas expectantes, el humo blanco no solo anunció al mundo la elección de un nuevo papa, sino también el inicio de un pontificado que muchos describen como centrista, aunque cercano a su antecesor, el papa Francisco.
León XIV, el primer papa con doble nacionalidad estadounidense y peruana, habló en español e italiano durante su primera bendición pública, palabras entretejidas con una llamada a la paz que evocó ecos de unidad en un mundo fracturado.
Nacido en Chicago pero con raíces profundamente sembradas en América Latina, su figura representa una bisagra entre dos mundos y una promesa de diálogo entre culturas.
Para Jesús Sánchez Camacho, teólogo de la Universidad Pontificia Comillas, el papa León XIV representa una clara continuidad con el pontificado de Francisco.
"En el discurso de su primera bendición, ha dado las gracias a su predecesor, ha puesto el acento en la construcción de puentes y ha llamado al Pueblo de Dios a caminar juntos, haciendo referencia a la Iglesia sinodal", dijo el experto a National Geographic.
Sánchez Camacho subrayó que, en 2023, Prevost fue designado prefecto del Dicasterio para los Obispos, lo que supuso ser un hombre de máxima confianza de Francisco.
¿Por qué León XIV?
El nombre elegido por el nuevo papa también es una señal del camino que tomará, según el experto.
"Su nombre es una declaración de intenciones, ya que León XIII fue el papa que publicó la primera Encíclica social, titulada Rerum Novarum, preocupada por la cuestión social. Estoy seguro de que se preocupará por todos los problemas sociales y ambientales del mundo contemporáneo", dijo Sánchez Camacho.
Con su trayectoria, como un religioso de profunda formación, misionero, prior general de los agustinos, obispo en Chiclayo y prefecto del Dicasterio se augura un pontificado con una sensibilidad pastoral y misionera en el que León XIV intentará fomentar la construcción de un mundo mejor, añadió el teólogo.
Temas claves: migración
León XIV hereda una Iglesia global que congrega a más de 1.400 millones de católicos, muchos de ellos en el sur global, y lo hace en un contexto cargado de tensiones sociales, polarización política y desafíos ecológicos. Si bien se le reconoce como un continuador de ciertas líneas pastorales de Francisco, no hay duda de que ha comenzado a imprimir su propio acento.
En temas migratorios, León XIV sigue la estela de su predecesor con firmeza evangélica. Desde su época en Perú, donde acompañó de cerca la situación de los migrantes venezolanos, ha mostrado sensibilidad hacia quienes dejan atrás todo en busca de dignidad.
A quienes lo conocen, no les sorprendió que uno de sus primeros mensajes como papa aludiera a la figura de Cristo como forastero y a la necesidad de construir puentes, no muros. Esta postura se alinea con la carta que Francisco escribió en 2024 a los obispos de Estados Unidos, en la que advertía que “la regulación legítima de la migración no debe socavar la dignidad esencial de la persona”.
Los derechos de la mujer
León XIV ha mostrado también una postura firme y matizada respecto al papel de la mujer en la Iglesia. Si bien ha reafirmado que el sacerdocio permanece reservado a los varones —una convicción que comparte con Francisco— también ha destacado la importancia del liderazgo femenino en instancias de decisión.
“Clericalizar a la mujer no es sinónimo de empoderarla,” dijo durante el Sínodo de 2023, una frase que desató tanto apoyos como críticas. No obstante, ha defendido los avances logrados en la era de Francisco, como la participación femenina con derecho a voto en los sínodos y el nombramiento de mujeres en altos cargos vaticanos.
LGTBQ+
En cuanto a la comunidad LGBTQ+, León XIV marca una inflexión respecto a Francisco, quien será recordado por su célebre frase: “¿Quién soy yo para juzgar?” Si bien León no ha hecho declaraciones del mismo calibre, un informe del Colegio de Cardenales sugiere que su enfoque es más cauteloso, apuntando a que las conferencias episcopales deben discernir localmente la manera de aplicar las bendiciones a parejas del mismo sexo.
En su momento, Francisco ya había dado lugar a esta apertura, escribiendo en 2023 que “no podemos ser jueces que solo niegan y excluyen”. La realidad, sin embargo, es compleja: hay regiones, como África, donde la homosexualidad sigue siendo castigada con penas severas, incluso la muerte.
Medio ambiente
En cuanto al medio ambiente, León XIV se ha presentado como un firme defensor de la casa común, retomando con vigor el legado de Francisco, quien en su encíclica Laudato Si’ alertó sobre la gravedad del cambio climático.
En un seminario celebrado en noviembre, León declaró que el “dominio sobre la naturaleza” no debe ser tiránico, sino una forma de reciprocidad sagrada. Su mensaje fue claro: la ecología no es un asunto opcional, sino un imperativo moral para los creyentes del siglo XXI.
El nuevo pontífice ha retomado la idea de que la crisis ecológica y la desigualdad social son dos caras de la misma moneda. Francisco lo expresó con claridad: “No nos enfrentamos a dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino a una sola y compleja crisis socioambiental”. León XIV no solo ha respaldado esa visión, sino que ha pedido a las parroquias de todo el mundo que se conviertan en centros de formación ecológica, enseñando a los fieles que cuidar el planeta es también un acto de fe.
A medida que su pontificado toma forma, el papa León XIV parece combinar una visión pastoral de cercanía con una prudencia doctrinal. Entre tensiones heredadas y desafíos nuevos, su voz comienza a sonar con timbre propio.